En Quintana Massages nuestra especialidad son las técnicas manuales. Una de ellas, el masaje en la cara, forma parte de nuestros masajes completos de cuerpo. Como esta zona es tan reducida, pocas veces nos solicitan un masaje focalizado en la cara, pero eso no le resta ser una de las partes más placenteras de ese gran órgano que es la piel humana. En este breve artículo vamos a mostrar algunas pautas sobre cómo dar un masaje facial, incluyendo un vídeo demostración.
Cómo dar un masaje facial paso a paso
La cara es una de las zonas más sensibles del cuerpo humano. También una de las más controvertidas para mucha gente: no todo el mundo está cómodo o permite que conquiste ese espacio tan personal. En esta guía sobre cómo dar un masaje facial paso a paso vamos a incidir, sobre todo, en que la persona que lo recibe debe estar a gusto y conforme con la inclusión de esta zona en un masaje completo.
Cómo dar un masaje facial
Paso 1: postura cómoda y temperatura cálida.
la persona debe estar tumbada boca arriba, completamente relajada, en una postura cómoda del resto del cuerpo. Para ello, nos aseguraremos de que la cabeza esté apoyada sobre una superficie blanda y las piernas con las rodillas ligeramente flexionadas.
La temperatura de la sala deberá ser cálida: durante un masaje, el cuerpo de la persona que recibe el masaje baja su temperatura, lo cual la hace más sensible al frío.
Paso 2: lubricación justa y adecuada
El siguiente paso de esta guía sobre cómo dar un masaje en la cara es utilizar un lubricante adecuado. El aceite de masaje puede valer, pero hay que tener en cuenta que la cara es una zona que ya suele tener bastante grasa y ese sumatorio puede suponer un problema de incomodidad para quien recibe el masaje. Para estos casos quizá puede ser útil usar una crema con menor componente graso (o una cantidad mínima de aceite).
Paso 3: pases suaves para atemperar por cuello y cara
Los primeros pases de masaje deben expandir la sustancia lubricante elegida por todo el territorio, desde el cuello hasta la frente. Deben ser pases suaves para que la persona se haga a la temperatura y el tacto de los dedos del terapeuta. Este es un paso fundamental en esta guía sobre cómo hacer masajes faciales porque es la vía de entrada al paciente. Si lo hacemos mal, no estará receptivo durante el resto de la sesión.
Paso 4: técnicas progresivas y siempre observando la reacción del paciente
A partir de los pases suaves y la aplicación de lubricante, vendrán las distintas técnicas y pases manuales del masaje. Estos deberán ser progresivos en cuanto a su aplicación, dándole tiempo al paciente para que disfrute de cada una de ellas y se relaje (si cambiamos muy rápido de técnica hacemos que el paciente esté menos relajado de lo que debería por el constante cambio del tipo de estímulo). Siempre observaremos las reacciones del paciente para ver si una técnica le gusta más o menos, si tiene frío, si está incómodo/a…
En este reel de nuestro canal de Instagram mostramos algunas técnicas de masaje:
Paso 5: final del tratamiento y secado de la zona
El final del tratamiento deberá ser a velocidad muy lenta, dejando unos segundos para que el paciente se haga a la idea de que el masaje ya ha terminado por la ausencia de contacto (siempre mejor que terminar y decir inmediatamente: «ya terminamos».
Después de esos segundos, podremos proceder a secar con una toallita suave los restos de lubricante que hayamos aplicado, siempre por zonas y sin cubrir la cara por completo.
Masajes en Santiago de Compostela
Esperamos que esta guía sobre cómo dar un masaje facial paso a paso haya sido útil. Tan solo nos queda recordaros que, si llegáis a Santiago (o vivís en él) y sentís algún síntoma de sobrecarga, no dudéis en acudir a nuestra sede, en la Plaza de la Quintana. Podéis acceder a nuestra hoja de reservas y servicios en este enlace.
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