Cuando nos planteamos hacer el Camino de Santiago hay varias dudas que nos vienen a la cabeza. La mayoría son sobre cómo preparar el Camino de Santiago, cómo entrenar o qué llevar en la mochila y, respecto a esta última, hay un factor que se repite mucho: qué zapatillas llevar para el Camino de Santiago. En este artículo, como fisioterapueta y miembro del equipo de Quintana Massages, voy a explicar algunos consejos sobre qué calzado llevar para hacer la ruta.
Zapatillas para el camino de Santiago: ¿qué calzado llevar?
Antes de nada, partamos de una base: no hay un único calzado ideal para hacer el Camino de Santiago. Dependiendo de la época, de la persona y de las condiciones previas (lesiones etc.), llevaremos un tipo u otro. Lo que sí debe cumplirse es que el calzado no sea ni de estreno ni tan usado que ya haya perdido gran parte de su suela, impermeabilidad y protecciones internas.
Primero voy a empezar hablando de las condiciones previas que se pueden dar y el tipo de calzado necesario y después hablaré de los factores propios de la ruta como es la climatología.
Nota: si es la primera vez que te planteas hacer el Camino, en este otro artículo de dudas explicamos cuántos Caminos de Santiago hay, cuál es el Camino de Santiago más bonito, cuándo es la mejor época...
Factores previos y personales
Cada persona necesita un tipo de calzado diferente. Esto sucede porque existen distintos tipos de pie y de pisada, desde la horma (anchura) hasta las características biomecánicas (pie pronador, supinador…). Esto es el primer factor a tener en cuenta a la hora de elegir qué zapatillas llevar al Camino de Santiago, porque va desde el tipo de diseño del calzado hasta la necesidad de llevar una plantilla diseñada por un podólogo.
Factores propios de la ruta
Cuando hablo de los factores propios de la ruta me refiero, sobre todo, al clima y al terreno. El clima es el PRINCIPAL factor que determina qué calzado vamos a llevar al Camino de Santiago.
Si el tiempo es frío y húmedo (más cerca del invierno), será importante llevar un calzado impermeable, de caña media a ser posible (por los barrizales que se forman en los caminos) y transpirable. Esto último es importante porque un exceso de sudoración puede provocar aparición de ampollas (esto se puede resolver con algunos consejos que damos en este otro artículo sobre cómo evitar y curar rápido ampollas durante el Camino). La caña media, aparte de por evitar la entrada de agua dentro del pie, también es importante para proteger más el tobillo en los terrenos irregulares y resbaladizos que se dan con las lluvias.
Si es tiempo cálido (más cercano a verano), tendremos que llevar un calzado ligero y que deje transpirar bien al pie. En este caso, tendremos como opciones zapatillas de running, botas de trekking de caña baja o sandalias de caminar (por ejemplo las tipo Teva, una de las marcas de mayor calidad). Es importante el factor de la transpiración, para que no provoque mucha sudoración y, por consiguiente, mayor riesgo de ampollas. Respecto a la impermeabilidad del calzado, aquí puede haber dos posibilidades: que lo tenga o que no lo tenga. Galicia es lluviosa, aunque los meses de verano son los que concentran menos precipitaciones. Si se piensa hacer el camino en julio o agosto, podría prescindirse de esa capa impermeable del calzado (no obstante, no lo recomiendo, porque el tiempo es muy variable y hoy día existen zapatillas con muy buen ratio de transpiración-impermeabilidad).
Por último, me gustaría hacer hincapié en otro factor importante que va paralelo al calzado: los calcetines. Estos son otros elementos importantes a la hora de caminar, para poder realizar cómodamente las fases de marcha y, sobre todo, para evitar ampollas. Mi recomendación es evitar calcetines de algodón (lo ideal es llevar calcetines especiales de senderismo), de la talla adecuada y que no sean muy viejos (cuanto más uso, más se dan de sí y existe más tendencia a provocar fricciones).
Desde Quintana Massages esperamos que estos consejos sobre qué calzado llevar al Camino de Santiago hayan sido útiles. Tan solo nos queda recordaros que, si llegáis o vivís en Santiago y sentís algún síntoma de sobrecarga, no dudéis en acudir a nuestra sede, en la Plaza de la Quintana. Podéis acceder a nuestra hoja de reservas y servicios en este enlace.
Por último, nos gustaría comentaros que tenemos esta guía gratuita para evitar lesiones y mantenerse en forma:
La puedes conseguir al suscribirte a nuestra newsletter (la cual, te prometemos, no será puro SPAM, sino que será un boletín mensual original, creativo, con un resumen de lo publicado en ese mes y las posibles ofertas y cursos que saquemos en el centro)
0 comentarios