Continuamos nuestra andadura por las lesiones de pierna y, tras hablar de contractura de gemelo y sóleo y de la contractura de cuádriceps, toca dedicar un artículo a la lesión de isquiotibiales. Como fisioterapeuta y miembro virtual del equipo de masajistas de Quintana Massages, voy a hablar de los distintos tipos de lesiones en los isquiotibiales (tanto rotura, como distensión como contractura isquiotibial), sus síntomas, el tratamiento y el tiempo de recuperación habitual de la lesión del muslo posterior.
Lesión de isquiotibiales: tipos, tratamiento y tiempo de recuperación
Pese a lo farragoso de su nombre, los músculos isquiotibiales se han hecho populares de un tiempo a esta parte gracias a su aparición en medios (es una lesión bastante habitual en futbolistas) y a la generalización del cuidado personal del cuerpo. Aún así, es importante de cara al tratamiento de la lesión en los isquiotibiales conocer un poco de su anatomía.
Anatomía de los músculos isquiotibiales
Los músculos isquiotibiales se ubican en la zona posterior del muslo. Como ocurre con muchos músculos del cuerpo, el propio nombre oculta la descripción del mismo. En este caso, el nombre de este grupo muscular nos revela de dónde a dónde van, su origen y su inserción: desde el hueso isquion (parte inferior de la pelvis) hasta la tibia.
Existen tres músculos isquiotibiales: el bíceps femoral, que se ubica en la parte externa y posterior; y los músculos semitendinoso y semimembranoso, que se ubican en la zona interna y posterior del muslo.
La función de los isquiotibiales es, a grandes rasgos (no es cuestión de meterse ahora en explicaciones complejas de la biomecánica de miembros inferiores):
- Sobre la rodilla: doblarla y frenarla en la fase de paso, carrera, golpeo (por ejemplo, en un chut jugando al fútbol).
- Sobre la cadera: extenderla (llevar la pierna hacia detrás).
Es importante comprender la función de los músculos isquiotibiales para conocer la forma en que se lesionan (para tratar y prevenir futuras lesiones).
Lesión de isquiotibiales: rotura, distensión, contractura…
Los isquiotibiales son músculos que, a nivel biomecánico, cumplen funciones bastante importantes, sobre todo a nivel de rodilla. Estas funciones conllevan un riesgo: los hacen bastante vulnerables a las lesiones. Las principales lesiones en los isquiotibiales son la rotura, la distensión y la contractura (también la tendinitis, como el caso de la pata de ganso, de la cual hablamos en este artículo sobre la tendinitis de rodilla).
A continuación, voy a hablar brevemente de cada una de estas lesiones (en cada sección habrá un enlace hacia artículos dedicados a cada una de esas lesiones, ya que son bastante distintas entre ellas y merecen algo más de extensión).
Vamos a empezar desde lo más leve a lo más severo
Contractura isquiotibial: tratamiento y tiempo de recuperación
La contractura es la lesión isquiotibial más leve y frecuente de este grupo muscular. Se produce por una sobrecarga al realizar una actividad física (bicicleta, correr, jugar al fútbol). También puede tener como origen un sedentarismo excesivo, por ejemplo, en aquellas personas que trabajan sentadas durante muchas horas. Esa posición sentada provoca que la musculatura isquiotibial permanezca en acortamiento, algo que lleva a una pérdida de elasticidad de sus fibras musculares.
La forma de prevenir una contractura isquiotibial se basa en el cuidado de esa elasticidad: realizar estiramientos frecuentes, ya se haga actividad física, ya se permanezca largos períodos de postura sentada.
Respecto al tratamiento de la contractura isquiotibial, aparte del mencionado estiramiento, lo más efectivo es el tratamiento manual (masaje descontracturante, punción seca de los puntos gatillo…). También es bastante efectiva la aplicación de calor local para rebajar el estado de contractura. El tiempo de recuperación de una contractura en los músculos isquiotibiales depende de la gravedad de la lesión, pero no suele extenderse más allá de una semana con el tratamiento adecuado.
Distensión isquiotibial: tratamiento y tiempo de recuperación
La distensión isquiotibial sería el siguiente grado de lesión de este grupo muscular en cuanto a gravedad se refiere. Una distensión es un estrés de elongación sufrido por una estructura corporal, ya sea músculo, ligamento… Es decir, cuando la fibra muscular es estirada de forma súbita y brusca, provocando alteraciones en su estructura pero sin llegar a la rotura o desgarro.
La distensión isquiotibial suele suceder durante la realización de actividades físicas o deportivas, por ejemplo, al saltar, jugar al fútbol (en el momento del chut cuando no se falla el impacto con el esférico o en un control con la pierna en alto y estirada).
El tratamiento de la distensión isquiotibial, al ser una lesión traumática, debe ser más cuidadoso que el de la contractura. En los primeros días consistirá en aplicación de frío local y reposo para, posteriormente, introducir tratamiento manual, estiramientos suaves y ejercicios de complejidad gradual (isométricos, concéntricos, excéntricos…).
El tiempo de recuperación de una distensión muscular suele encontrarse entre una y dos semanas, aunque depende mucho de la anatomía de cada persona.
Rotura de isquiotibiales: tratamiento y tiempo de recuperación
La rotura de isquiotibiales se produce cuando el estrés sometido a las fibras supera su resistencia y se produce una rotura interna de su estructura. La rotura de isquiotibiales es bastante frecuente, por ejemplo, en futbolistas que, al intentar golpear el balón, acaban errando el golpeo (por ejemplo, cuando les roban el balón en el momento del chut o en un control con la pierna en estiramiento excesivo). Los saltadores de longitud también son bastante susceptibles a la rotura de fibras isquiotibiales.
El tratamiento es el mismo que en el caso de la distensión: reposo y frío local (en algunos casos se realiza un vendaje compresivo en la zona) en las primeras fases; tratamiento manual, ejercicios graduales y estiramientos en complejidad gradual. Es importante que los estiramientos se comiencen a realizar solo cuando el terapeuta lo indique, ya que el estiramiento está contraindicado durante las primeras fases de cicatrización de la rotura muscular.
El tiempo de recuperación de una rotura isquiotibial puede abarcar desde las dos semanas hasta un mes, aunque depende de la anatomía de cada persona y del tratamiento recibido.
Masajes en Santiago de Compostela
Esperamos que este artículo sobre la lesión de isquiotibiales, sus síntomas y su tratamiento haya sido útil. Tan solo nos queda recordaros que, si llegáis a Santiago (o vivís en él) y sentís algún síntoma de sobrecarga, no dudéis en acudir a nuestra sede, en la Plaza de la Quintana. Podéis acceder a nuestra hoja de reservas y servicios en este enlace.
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