Tras haber hablado en esta web de la contractura de gemelo y sóleo, toca dedicar un artículo a otra de las contracturas en la pierna más habituales: la contractura de cuádriceps (que muchos asocian con el término “contractura muscular del muslo”, aunque no es del todo exacto). En esta guía, desde nuestro centro de masajes en Santiago de Compostela, vamos a ver los síntomas de una contractura de cuádriceps, el tratamiento y los ejercicios que son recomendables y el tiempo de recuperación de esta lesión.
Contractura muscular del muslo (contractura de cuádriceps)
Antes de meternos en harina, hay que hacer un pequeño (y necesario) repaso anatómico para comprender cómo se produce la contractura en el cuádriceps.
Anatomía del cuádriceps y la musculatura del muslo
El muslo es la zona más voluminosa del miembro inferior y más próxima al tronco. En ella se localizan varios músculos: cuádriceps, isquiotibiales y aductores (por hablar a grandes rasgos). Estos tres grupos son los que dan forma al muslo, aunque el principal protagonista es el músculo cuádriceps, que ocupa gran parte del volumen.
El músculo cuádriceps es un elemento fundamental para el ser humano. Se trata de un músculo con cuatro vientres o cabezas musculares (cuadri-ceps, por ejemplo, el tríceps tiene tres, el bíceps tiene dos). Esas cuatro cabezas musculares realizan diferentes funciones pero, a grandes rasgos, se encargan de:
- Flexionar la cadera, es decir, aproximar el muslo a la tripa (o llevar el muslo hacia adelante). En la flexión de cadera solo interviene una de las cabezas musculares del cuádriceps: el recto anterior.
- Extender la rodilla (es decir, ponerla recta). En esta articulación son las cuatro cabezas musculares del cuádriceps las que entran en juego.
Estas dos funciones son las que van a determinar la posible contractura del cuádriceps y son las que tendremos que investigar para saber exactamente qué cabeza muscular se ha lesionado.
Cómo se produce una contractura muscular en el muslo
La contractura del cuádriceps se produce, como sucede en el resto de músculos, por una sobrecarga de las fibras musculares que forman el músculo. Al ser un motor de miembros inferiores, esta lesión se produce en actividades que implican a las piernas, aunque dependiendo de cuál sea, se producirá lesión de uno o de otro vientre muscular.
En líneas generales, esta sobrecarga puede ser por varios motivos: caminar largas distancias o por terrenos muy exigentes (con mucha cuesta o superficies muy irregulares), pedalear, correr, jugar al pádel (ojo, que el pádel es uno de los deportes que lesiones de piernas provoca), fútbol, baloncesto… También tenemos como causa habitual la realización de ejercicios en máquinas de gimnasio (que, en muchos casos, se realizan de forma excesiva por el ansia de conseguir volumen muscular). En todos ellos, el mecanismo de lesión es una sobre-solicitación de la musculatura que lleva a que las fibras entren en contractura (es decir, un estado de contracción permanente y doloroso).
Contractura muscular de cuádriceps: síntomas
La contractura de cuádriceps es bastante dolorosa (aunque no tanto como cuando sucede en uno de los gemelos) y se puede ver y palpar a simple vista. Es, de hecho, una de las causas de dolor en piernas más habituales. Al tacto, el músculo aparece abultado y más duro en la zona de contractura, que permanece con hipersensibilidad.
Otro de los síntomas de una contractura de cuádriceps es la incapacidad funcional. Dependiendo del vientre muscular lesionado, encontraremos algo de incapacidad o debilidad (acompañada con dolor) en el movimiento bien en la rodilla, bien en la cadera. Esto es porque el dolor genera la desactivación (debilidad) del músculo durante su activación.
Aparte de los síntomas que se producen en las fibras musculares del cuádriceps, también podemos encontrar otros síntomas derivados de la lesión, como es el caso de dolor en rodilla por una condromalacia rotuliana o por una tendinitis del tendón rotuliano.
Tratamiento de la contractura de cuádriceps
El tratamiento de una contractura de cuádriceps se basa en:
- Reposo: parar toda actividad que implique la contracción del músculo.
- Aplicación de frío (esto es útil en contracturas severas y en el momento agudo, en las primeras horas tras la contractura)
- Aplicación de calor (a partir de la fase subaguda o incluso aguda en contracturas leves)
- Estiramiento muscular (en este artículo explicamos todos los estiramientos para piernas). El estiramiento de cuádriceps se debe hacer en función de la parte del músculo y la articulación afectadas: tomando la cadera como referencia o tomando la rodilla.
- Automasaje (siempre y cuando no sea en fase aguda)
- Masaje descontracturante por un masajista o tratamiento manual por parte de un fisioterapeuta.
Tiempo de recuperación de una contractura en el muslo
El tiempo de recuperación de una contractura en el muslo suele ser bastante rápida. El cuádriceps es un músculo bastante “agradecido” (siempre y cuando no se haya producido una contractura muy severa) que mejora bastante rápido si hacemos las técnicas de cuidado adecuadas (y a tiempo). En general, el tiempo de recuperación del cuádriceps (recuperación completa, sin ningún síntoma de dolor ni debilidad) no suele superar los 5, aunque en bastantes casos suele responder antes.
Masajes en Santiago de Compostela
Esperamos que este artículo sobre la contractura muscular de gemelo haya sido útil. Tan solo nos queda recordaros que, si llegáis a Santiago (o vivís en él) y sentís algún síntoma de sobrecarga, no dudéis en acudir a nuestra sede, en la Plaza de la Quintana. Podéis acceder a nuestra hoja de reservas y servicios en este enlace.
Se me paralizan los músculos de la cadera hasta la rodilla y a veces hasta la planta de los pies